dimanche 19 mai 2013

El Pijuayo


Frutos de Pijuayo en el árbol
El árbol del pijuayo es una palmera. El nombre científico es Bactris gasipaes y hay mas de 200 especies. La fruta del pijuayo varia mucho en tamaño y color.

Otros Nombres

Pijuayo, pejibaye, chontaduro, cachipay, tembé, chonta, macana,periguao, gachipaes, pupunha, cachipae, "peachpalm, pewa 

Origen


Las especies con frutos grandes del taxón ocurren principalmente en el lado oriental de la Cordillera de los Andes, en los piedemontes y la hilea adyacente, mientras que las progenies con frutos pequeños ocurren en el extremo nor occidental de América del Sur y en el extremo sur occidental de la cuenca amazónica. Además de B. gasipaes, el único taxón que se extiende significativamente en la hilea amazónica es Bactris (Guilielma) microcarpa. Las variedades sin espinas son encontradas en la zona de Yurimaguas, Perú y se cree que son el resultado de un intensivo y largo proceso de selección efectuada por los nativos de la región, contra la presencia de espinas.

La existencia de diferentes progenies y razas similares a B. gasipaes,sugiere que el pijuayo puede haberse originado no solamente en un lugar, sino en varias localidades de la Amazonia occidental y de la región nor occidental de América del Sur situadas a lo largo de la Cordillera de los Andes, a través de diferentes hibridaciones. Se asume que la domesticación ocurrió independientemente en varias localidades, siendo los cultivares derivados de cada proceso, los que dieron lugar a la formación de razas hermanas. Esta hipótesis explicaría mejor el posible origen de la especie (en contraposición a la teoría de un centro de origen concreto en la región nor occidental de la cuenca amazónica), al tomar en cuenta las diferencias que se observan entre los grupos raciales de pijuayo existentes en estas regiones.

Descripción

Se caracteriza por presentar varios hijuelos o tallos a partir de una misma semilla. Las plantas son erectas y alcanzan hasta 20 m de altura, con un diámetro basal de 20 a 30 cm. El tronco de la palmera presenta anillos, cicatrices de las hojas o follaje previo. Del tronco del tallo salen perpendicularmente espinas negras o marrones y puntiagudas, con diferentes tamaños (largo, ancho y diámetro, densidades y formas). En la zona de Yurimaguas, Perú, se encuentran poblaciones de ecotipos que se caracterizan por ser inerimes. Los hijuelos, en número de uno a diez, salen de la base del tallo y tres a cuatro llegan a alcanzar madurez al mismo tiempo. Es muy raro observar plantas sin hijuelos.

El follaje está compuesto de una corona de 15 a 25 anillos, con las hojas insertadas a diferentes ángulos; las hojas tiernas sin expandir en el centro de la corona, forman el palmito, de importante valor económico. Las hojas miden entre 1,5 y 4,0 m en plantas adultas, con un ancho entre 30 y 50 cm. Todas las partes de las hojas están cubiertas con espinas más cortas y suaves que las encontradas en el tallo, excepto en los ecotipos encontrados en Yurimaguas que presentan pocas o ninguna espina.

La planta es monoica y forma de dos a ocho inflorescencias al año. Las panículas se originan debajo de la copa de hojas y consisten de un eje central y un gran número de ramificaciones laterales simples, cada una de ellas cubierta por numerosas flores masculinas pequeñas, de color crema a amarillo claro, y menor cantidad de flores femeninas. A la maduración los racimos pueden tener más de 100 frutos y pesan hasta 15 kg.

Un pericarpio muy delgado cubre el fruto y se adhiere al mesocarpio pulposo de color blanco, amarillo hasta naranja. La semilla es única, dura, color oscuro, cónica, con una almendra blanca que es similar en sabor y textura al coco verde.

                       Forma                         

La forma de los frutos varía entre ovoide y cónico.

Color

Los frutos son verdes cuando están inmaduros y varían desde amarillo claro a rojo cuando maduros.

                        Tamaño                      

A la maduración los racimos pueden tener más de 100 frutos y pesan hasta 15 kg.

Uso

Los indios americanos utilizaban todas las partes de la planta hasta la llegada de los españoles. De las hojas hacían el techo para sus viviendas, de los tallos hacían armas o lo empleaban en las viviendas, las flores eran utilizadas como ensaladas y el palmito y los frutos se empleaban como alimento.

En la actualidad el pijuayo sigue teniendo usos múltiples. La fruta se emplea en la alimentación humana y animal, puede ser consumida directamente después de cocida o utilizada en la fabricación de harina para uso en panadería. De la pulpa y la semilla se puede obtener aceite que tiene características tan buenas como el aceite de palmiste. Las yemas foliares se utilizan para la producción de palmito (probablemente el mayor mercado actual y potencial), y crema deshidratada. De los entrenudos suaves que están en la base de las yemas foliares se elaboran encurtidos. El tallo de las plantas adultas se utiliza para construcción (pisos y paredes de chonta por los nativos) y fabricación de parquet (de alto valor en el mercado internacional). Las hojas son empleadas localmente para techo de las viviendas o en los viveros.

Sin embargo, el único producto por el que el pijuayo se cultiva comercialmente es el palmito. A fines de 1994 habían cultivadas o en proceso de instalación 2,000 ha en Costa Rica, 500 ha en Brasil, 600 ha en Perú, 200 ha en Bolivia y 100 ha en Ecuador. La tendencia para su siembra en los próximos cinco años es de llegar a 4,000 ha en Brasil, 1,000 ha en Perú y 500 ha en Bolivia y Ecuador.


dimanche 12 mai 2013

Felipe Guamán Poma de Ayala


Autorretrato de Felipe Guamán Poma de Ayala,
que está tomando las relaciones
y leyendas de los indios antiguos
Felipe Guamán o Huamán Poma de Ayala ; San Cristóbal de Suntuntu, 1534 - Lima, 1615) 
Fue un cronista peruano. Dedicado a la enseñanza de la lengua castellana a los indígenas, es autor de una Nueva crónica (c. 1600), compendio de la historia preincaica del Perú, y de su continuación, Buen gobierno (c. 1615), muestra de las injusticias que los encomenderos y los funcionarios de la corona infligían a los indios. Concebida como una monumental carta al rey de España, Felipe II, la obra está ilustrada con dibujos del mismo autor.

Por las noticias autobiográficas contenidas en Nueva crónica y buen gobierno se sabe que era hijo de Gusmán (o Huamán) Malqui de Ayala y de Juana Curi Oello, hija menor del inca Túpac Yupanqui. Descendía por lo tanto de los nobles de Huánuco, señores de Chinchaysuyo anteriores a los mismos incas. Fue educado por su hermano mestizo el padre Martín de Ayala, quien debió de iniciarle en los estudios clásicos, y trabajó probablemente en la administración. Desempeñó cargos directivos en los hospitales de Cuzco y Huamanga, y estudió al parecer en estas dos ciudades. 

En 1594 o 1595 fue detenido y desterrado por el corregidor de Lucanas, Antonio de Monroy. De esta suerte el escritor inició una larga serie de viajes que se prolongó durante unos veinte años y que le permitirían recoger abundante información para su obra; finalmente, en 1613, volvió a Huamanga e hizo valer sus derechos al puesto de cacique de la provincia. Atacó además la política del corregidor, por lo que fue nuevamente expulsado. Se dirigió entonces a Lima, con la intención de presentar su Nueva crónica al virrey. 

Perdido durante siglos, el manuscrito de Nueva crónica y buen gobierno fue encontrado en 1908 en la Biblioteca Real de Copenhague por Richard Pietschmann, quien lo presentó a la comunidad científica internacional en 1912. Se cree que hubo de ser redactado entre 1567 y 1615, y en su mayor parte entre 1612 y 1615. En 1936 fue publicado en edición facsimilar al cuidado de Paul Rivet y con una introducción escrita por Richard Pietschmann. El arqueólogo y antropólogo peruano Julio C. Tello ensalzó inmediatamente su importancia incomparable: "No existe libro alguno escrito en este período que pueda competir con él en riqueza de información, clarividencia y valentía del autor para enjuiciar los acontecimientos de su tiempo".  

El título de Nueva crónica y buen gobierno resulta claramente expresivo de las intenciones del autor: nueva alude a que trae una óptica diferente a las de las crónicas existentes, nunca escritas por indios; y buen gobierno a su afán por denunciar el mal gobierno del virreinato de esos años, en claro contraste con las instituciones prehispánicas, pero también con las creencias cristianas y los ideales utópicos del humanismo europeo. Su objetivo central es en efecto ofrecer lo que Wachtel llamó la "visión de los vencidos". 

Conectado a él, opera el designio de enaltecer lo que realizó en el pasado el hombre andino y de instar a su participación digna y efectiva en un gobierno realmente justo y acorde con el mensaje evangélico: sueña con un rey propio para el Perú, aunque jerárquicamente inferior al rey de España, señor de todo el globo terráqueo. Poma de Ayala adopta, como Bartolomé de Las Casas, una firme actitud "indianista" e "incaica", la cual, según advierte Estuardo Núñez, revela un vivo espíritu de rebelión y de justicia, y constituye una franca defensa de los indígenas. 

Presentada como una larguísima carta al rey de España, la Nueva crónica reelabora el género cronístico hasta extremos no conocidos, con la libertad propia de un hombre de gran mestizaje de lecturas y creencias como es Felipe Guamán Poma de Ayala. Consta de más de mil páginas, embellecidas por numerosos e ingenuos dibujos, interesantes por sus trajes y por la presencia de símbolos y perspectivas que expresan la cosmovisión andina. Produce la impresión de una síntesis enciclopédica que buscara hilvanar en un solo texto lo que hacían por separado las crónicas, los informes, las demandas de justicia, los tratados sobre política y sobre evangelización, e incluso las utopías al gusto de humanistas.  

La obra resulta de excepcional valor por las noticias que ofrece respecto de la vida anterior al período incaico, el folklore y las tradiciones y narraciones de la época precolombina. La parte más importante del libro, en el cual alternan poesías y cantos en pura lengua quechua (cantos y poesías de amor, para la danza, para la caza, para la recolección de las mieses), se refiere ante todo a la historia de la época inca y a la de los primeros años de la conquista española. 

El autor da la biografía de cada emperador y de sus mujeres, narra sus empresas y habla del régimen, de las leyes, de las condiciones en que vivían los súbditos, de la religión, de las fiestas y de las indumentarias de un pueblo que había alcanzado un admirable grado de civilización y de cultura. Guamán Poma de Ayala conoce también los protagonistas y las noticias referentes a los acontecimientos que se sucedieron en el Perú después de la llegada de Francisco Pizarro y de los conquistadores. Dejando de lado las posibles incoherencias históricas, la crónica de Poma de Ayala proporciona nuevos datos sobre el pasado andino y refleja una visión descarnada de la sociedad colonial organizada en Perú. 

Poma se expresa en una lengua que algunos críticos han calificado de bárbara. La Nueva crónica y buen gobierno está escrita en una prosa híbrida (la cual será reclamada, tres centurias después, por Gamaliel Churata como mestizaje idiomático a desarrollar) que inserta en el español vocablos y recursos idiomáticos del quechua, el aymara y el dialecto del Chinchaysuyo: maraña verbal que congenia con el sincretismo que intenta entre las creencias andinas y la cultura europea y cristiana. 

Su escritura trasluce las modulaciones de un escritor bilingüe que habla la lengua del colonizador, pero no quiere abandonar del todo la propia. Es probable también que el autor reflejara la lengua oral de su tiempo, la que hablaba la enorme masa de analfabetos que formaban la sociedad indígena. Guamán Poma es, sin embargo, un hombre ilustrado que no desconocía la tradición y el estilo de las crónicas hispánicas. La mezcla de registros da a su obra ese tono distanciado y extraño que tanto ha cautivado a sus críticos y lectores. 

El Oso de Anteojos

El oso de anteojos (Tremarctos ornatus), también conocido como oso frontino, oso andino, oso sudamericano, ucumari y jukumari, es una especie de mamífero carnívoro de la familia de los úrsidos. 

Es la única especie de los úrsido que existente en la actualidad en Sudamérica.

Características

El oso de anteojos es de color negro o marrón oscuro con una mancha blanca que rodea sus ojos y se extiende hasta la garganta, de allí su nombre; aunque en algunos ejemplares puede faltar la mancha blanca. Llega a tener una longitud de 1,5 a 1,8 m y puede pesar hasta 140 kg. La hembra pare una o dos crías, que cuida con mucho esmero y defiende encarnizadamente.
El oso de anteojos es un plantígrado, o sea que camina sobre la planta de los pies, a diferencia de otros carnívoros que son digitígrados, es decir, caminan sobre los dedos. Puede ponerse en posición vertical sobre dos patas, actitud que adopta para poder ver más lejos y para impresionar.

A parte, el oso de anteojos tiene caminos o trochas muy bien establecidas en el bosque, por donde se desplaza regularmente en busca de su alimento. Puede trepar árboles y palmeras hasta considerables alturas. Se refugia en cuevas o sobre árboles, donde duerme y construye una especie de plataforma de ramas.

Distribución

El oso de anteojos habita en la Cordillera Andina en los límites, oeste, vertiente del Pacífico y de las Cuencas Amazónico – Orinoquense, norte, vertientes Caribe y del Lago de Maracaibo (Venezuela), Centro (avistamientos y indicios en Acuzazú, Pusapno y Refugio el Cedro del PNYCH-Oxapampa), hasta el sur de Perú y noroeste de Bolivia. Abarcando el occidente de Venezuela y atravesando Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. Vive a alturas que van desde los 250 hasta los 4.700 msnm o más.

La especie ha sido reportada en la región del Darién en Panamá, incluso se tienen registros recientes de la presencia de la especie reportados por cazadores de la región; y más al sur, hasta el Noroeste de Argentina donde individuos aislados podrían existir aún en la provincia del Jujuy.

Hábitat

El oso de anteojos habita casi exclusivamente los bosques húmedos andinos con precipitaciones anuales superiores a los 1.000 mm (zonas perhúmedas), aunque también se le encuentra en páramos y zonas semiáridas cuyas precipitaciones rondan los 250 mm. Mora preferentemente en los pisos montanos que van de los 800 a los 3.800 msnm aunque llega a altitudes de 4.750 msnm. 

En la vertiente occidental de los Andes centrales del Perú (Dto. Lambayeque, Reserva Ecológica Chaparri) desciende hasta el desierto y los bosques secos donde se alimenta de cactus, sapote (Capparis spp.) y troncos de pasallo (Eriotheca spp.).

Aparentemente al inicio de la conquista española, en el siglo XV, el área de distribución de este oso de anteojos parece que era más extensa. Posiblemente su distribución incluía las Sierras Pampeanas de San Luis y Córdoba e incluso las laderas del Aconquija y las sierras boscosas de Ancasti (centro oeste de Argentina).

Reproducción

La edad reproductora del oso de anteojos se alcanza en el macho entre los 4 y 5 años de edad y en la hembra entre los 3 y 4 años de edad. El celo suele ser anual y durar una semana. El apareamiento del oso de anteojos tiene una duración entre 12 y 45 minutos y pueden observarse hasta cinco apareamientos en un día.

Durante el apareamiento, macho y hembra tienen juegos muy variados que van desde algunos olisqueos y lametazos en el rostro hasta luchas simuladas.
El primer parto ocurre alrededor del 5to año de edad generalmente dan a luz a una sola cría, pero también suelen darse 2 ó 3 crías.

Al nacer, las crías del oso de anteojos pesan entre 275 y 380 gramos y miden de 25 a 35cm. Abren los ojos cerca del 14vo día de edad y el sentido más desarrollado es el olfato por el que pueden encontrar los pezones de la Madre.

Los ositos maman hasta cumplir un año de edad, pero siguen dependiendo de su madre hasta los dos años.

Alimentación

Como casi todos los osos actuales, el Tremarctos ornatus es omnívoro, aunque su dieta habitual es preferentemente de origen vegetal: bromeliáceas, frutos, bayas, bulbos, raíces, cortezas, hojas y hongos; un pequeño porcentaje de su dieta es de origen animal o derivada: insectos, miel, huevos, reptiles, peces, roedores, conejos, pichones, y muy ocasionalmente, caprinos, ovinos, camélidos y vacunos. Por tal régimen alimentario, el oso de anteojos es el úrsido más herbívoro tras el oso panda. La hembra suele parir dos oseznos.

Comportamiento

El oso de anteojos tiene hábitos solitarios y mayormente diurnos. En áreas boscosas establecen senderos que permiten un desplazamiento rápido entre áreas alejadas, así como la comunicación intraespecifica a través de marcaje por medio de rasguños y olor (feromonas). Como la mayoría de sus parientes úrsidos, están muy bien adaptados para trepar. En los árboles encuentran gran parte de su alimento. En las ramas de los árboles suelen establecer plataformas para su alimentación y/o descanso.

Plantígrados como todos los osos, sus “pies planos” les facilitan una postura erecta que utilizan tanto para mirar a lontananza como para trepar árboles y rocas o para aparentar mayor masa corporal en un acto de amedrentamiento que se refuerza con la hirsutismo de su pelo (horripilación). No se conoce que tenga periodos de aletargamiento estacional.

Estado de conservación del Oso de anteojos o Oso Andino

El oso de anteojos es en su alimentación 90% frugívoro y vegetariano y 10% carnívoro, debido a esto es que por si mismo no corre peligro su supervivencia, su dieta variada y la abundancia de alimento le permiten subsistir sin complicaciones, pero la realidad es que en las zonas en las que habita, la actividad del hombre esta acabando con la especie.

El avance de la actividad agrícola, e inclusive la caza indiscriminada es alarmante en lo que respecta al cuidado del oso de anteojos.

La zona que el hombre habita genera un “espacio” en el hábitat (los bosques de Amazonas, San Martín, Cusco, Lambayeque y Cajamarca) por lo que las agrupaciones quedan separadas e indefensas.

mercredi 1 mai 2013

Los Colores en Quechua : Llinpikuna

Wiphala : El emblema sagrado del Tawantinsuyu
Blanco : Yurak, yuraq, yula
Rojo : Puka

Rosado : Pukapanti
Verde : Qomer

Amarillo : Q'ellu, K'ello, karwa
Marrón : Allqa , alga

Castaño : Ch'umpi
Dorado (color del oro) : Paqo, paqu

Anaranjado, amarillo dorado : Paru
Gris : Oqe

Azul : Anjas, anqas

Azul claro  : O'ke
Indigo : Yana anqas

Negro : Yana
Morado : Kulli, qulli

Lindo azul claro : Sumaq ok'e
Vestido azul : Anjas p'acha

Flor amarilla : K'ello t'ika  :
Maíz amarillo : Q'ello sara

Caballo blanco : Yuraq uywa
Nieve blanca : Yurak rit'i

Ojos negros : Yana ñawi
Labios rojos : Puka wirp'a

Hoja verde : Qomer rap'i
Cuyes marrones : Allga Qowikuna

Cabellos castaños : Ch'umpi chukcha
Flor morada : Kulli waita

Fuente